domingo, 4 de noviembre de 2007

Ensayo

El ensayo es un género literario dentro del más general de la didáctica o género didáctico.

Definición y origen del ensayo

El ensayo es un género relativamente moderno. Sus orígenes se pueden rastrear desde épocas más o menos remotas. Sólo en la edad contemporánea ha llegado a alcanzar una posición central. Es muy probable que en su desarrollo y hegemonía, haya tenido gran influencia el pensamiento liberal y el periodismo.

José Ortega y Gasset lo definió como "La ciencia sin la prueba explícita". Alfonso Reyes, por otra parte, afirmó que "el ensayo es la literatura en su función ancilar", es decir, como esclava o subalterna de algo superior. El crítico Eduardo Gómez de Baquero, más conocido como "Andrenio", afirmó en 1917 que "el ensayo está en la frontera de dos reinos: el de la didáctica y el de la poesía y hace excursiones del uno al otro". Su origen se encuentra en el género epidíctico de la antigua oratoria grecorromana, y ya Menandro el Rétor, aludiendo al mismo bajo el nombre de "charla", expuso algunas de sus características en sus Discursos sobre el género epidíctico:

  • Tema libre (elogio, vituperio, exhortación).
  • Estilo sencillo, natural, amistoso.
  • Subjetividad (la charla es personal y expresa estados de ánimo).
  • Se mezclan elementos (citas, proverbios, anécdotas, recuerdos personales).
  • No hay orden preestablecido (se divaga), asistematismo.
  • Brevedad.
  • Va dirigido a un público amplio.

El ensayo, a diferencia del texto informativo, no posee una estructura definida ni sistematizada o compartimentada en apartados o lecciones, por lo que ya desde el Renacimiento se consideró un género más abierto que el medieval [[Tratado|tractatus]+ o suma y se considera distinto a él también por su voluntad artística de estilo y su subjetividad, ya que no pretende informar, sino persuadir o convencer. Utiliza la modalidad discursiva expositivo-argumentativa y un tipo de razonamientos "blandos" que han sido estudiados por Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca en su Tratado de la argumentación.

A esto convendría añadir que en el ensayo existe además, como bien ha apreciado el crítico Juan Marichal, una "voluntad de estilo", una impresión subjetiva que es también de orden formal. Son géneros didácticos emparentados con el ensayo el discurso (en el sentido de "discurrir" sobre un tema concreto), la disertación y el artículo de prensa, y los géneros renacentistas y humanísticos del diálogo en sus variantes platónica, ciceroniana y lucianesca, la epístola y la miscelánea. En suma, se trata de un "mega acto de habla perlocutivo".

Historia del ensayo

Viene a ser ya prácticamente una colección de ensayos los Moralia de Plutarco, pero el desarrollo moderno y más importante del género ensayístico vino sobre todo a partir de los Essais (1580) del escritor renacentista francés Michel de Montaigne, aunque sus últimos precedentes hay que buscarlos en el género epidíctico de la oratoria clásica. En España el género aparece, con el antecedente en el siglo XVI de Fray Antonio de Guevara y en el XVII de Francisco Cascales Cartas filológicas y Juan de Zabaleta Errores celebrados, a principios del siglo XVIII con el Teatro crítico universal y las Cartas eruditas y curiosas del padre Benito Jerónimo Feijoo, pero solamente tomará la denominación propia de ensayo a mediados del siglo XIX y sólo empezarán a escribir ensayos propiamente dichos la Generación del 98 y sus sucesores.

Teatro

Se denomina teatro (del griego Theatrón, "lugar para contemplar") a la rama del arte escénico, relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas en un escenario, ante un público. El Día del Teatro se celebra el 27 de marzo.

En adición a la narrativa común, el estilo de diálogo, el teatro también toma otras formas como la ópera, el ballet, el mimo, la ópera china y la pantomima.

Aproximación histórica

La mayoría de los estudios consideran que los orígenes del teatro deben buscarse en la evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, al igual que las pinturas rupestres, o la recolección agrícola que, tras la introducción de la música y la danza, se embocaron en auténticas ceremonias dramáticas donde se rendía culto a los dioses y se expresaban los principios espirituales de la comunidad. Este carácter de manifestación sagrada resulta un factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.

África

El teatro africano, entre tradición e historia, se está encauzando actualmente por nuevas vías. Todo predispone en África al teatro. El sentido del ritmo y de la mímica, la afición por la palabra y la verborrea son cualidades que todos los africanos comparten en mayor o menor medida y que hacen de ellos actores natos. La vida cotidiana de los africanos transcurre al ritmo de variadas ceremonias, rituales o religiosas, concebidas y vividas generalmente como verdaderos espectáculos. No obstante, aunque África ha conocido desde siempre este tipo de ceremonias, cabe preguntarse si se trataba realmente de teatro; a los ojos de muchos, estos espectáculos están demasiado cargados de significado religioso para que puedan considerarse como tal. Otros estiman que los tipos de teatro africanos guardan cierto parecido, como en otros tiempos la tragedia griega, como un preteatro que nunca llegara totalmente a ser teatro si no se desacraliza. La fuerza y las posibilidades de supervivencia del teatro negro residirán, por lo tanto, en su capacidad para conservar su especificidad. en el África independiente está tomando forma un nuevo teatro.

Nuevo Teatro: Se trata de un teatro comprometido, incluso militante, concebido para defender la identidad de un pueblo que ha logrado su independencia.

Teatro de Vanguardia: Se orienta actualmente hacia una investigación sobre el papel de actor, próxima a la de Jerzy Grotowski y su teatro laboratorio. Así, en Libreville, Gabón, se formó en 1970 un teatro vanguardista que realizo dos espectáculos que dejaron una huella perdurable en las jóvenes generaciones de comediantes. Otra vía de investigación es el teatro de silencio, creado por François Rosira, cuyo fin era realizar espectáculos en los que el canto, el recitado, la música y el baile se complementen en perfecta armonía.

Antiguo Egipto

En Antiguo Egipto, a mediados del segundo milenio antes de la edad cristiana, se representaban ya dramas acerca de la muerte y resurrección de Osiris. Se comienza el teatro por medio de máscaras y dramatizaciones con ellas.

Las raíces en ritos órficos y en los festivales celebrados para Dioniso, donde se llevaban a cabo las escenificaciones de la vida de los dioses acompañadas de danzas y cantos (Ditirambos). Más tarde comenzaron las primeras representaciones ya propiamente dramáticas, ejecutadas en las plazas de los pueblos por compañías que incluían solo un actor y un coro. A fines del Siglo VI adC alcanzó extraordinaria celebridad el legendario poeta e intérprete Tespis, en cuyo honor la frase el carro de Tespis alude, aún hoy, al conjunto del mundo del teatro.


El teatro griego surge tras la evolución de las artes y ceremonias griegas como la fiesta de la vendimia (ofrecida a Dionisios) donde los jóvenes iban danzando y cantando hacia el templo del dios, a ofrecerle las mejores vides. Luego un joven que resaltó entre el grupo de jóvenes se transformó en el Corifeo o maestro del coro, quien dirigió al grupo. Con el tiempo aparecieron el bardo y el rapsoda, que eran recitadores.

En el curso del siglo V adC, durante la edad clásica de Grecia, se establecieron los modelos tradicionales de la tragedia y la comedia, y los dramaturgos Esquilo y Sófocles añadieron respectivamente un segundo y tercer actor a la acción, lo que dio a ésta una complejidad que hacía necesaria la creación de mayores escenarios. Para ello se erigieron grandes teatros de piedra, entre los que cabe citar el aún conservado de Epidauro en el siglo V a.C., capaz de albergar unas 12.000 personas, y el de Dioniso, en Atenas, en el siglo IV A.C. Su construcción se realizaba mediante el aprovechamiento de las faldas de una colina, donde se disponían en forma semicircular las gradas que rodeaban la orquestra, espacio circular en el que se efectuaba la mayor parte de de la representación. Tras la orquestra se levantaba una edificación llamada skené, escena, destinada a que los actores cambiaran su vestimenta. Delante de ella se levantaba una pared columnada, el proscenio, que podía sostener superficies pintadas que evocaban el lugar de la acción. Estos decorados, junto con las túnicas y máscaras empleadas por los actores y algunas máquinas rudimentarias, constituían todo el aparato escénico.

Las representaciones del teatro griego se hacían al aire libre, contaba con coro (dirigido por el Corifeo o maestro del coro) que cantaba [el coro] y danzaba en torno a un altar. En el teatro griego se representaban dos tipos de obras: la tragedia, obra dramática de final desgraciado que trataba de temas de leyendas heroicas y utilizaba, oportunamente, a los dioses para su final, y la comedia satírica, que criticaba humorísticamente a políticos y a las obras e incurrían en una mímica iniciada por un coro de sátiros, y comedias que tenían por tema asuntos de la vida cotidiana; todas estaban escritas en verso y utilizaban máscaras.

Cuento

El cuento es una narración breve, oral o escrita, en la que se relata una historia tanto real como ficticia. Además de su brevedad, el cuento tiene otras características estructurales que lo diferencian de la novela, la frontera entre un cuento largo y una novela corta no es fácil de definir.

En lengua castellana, la redacción de cuentos es una especialidad de América, en contraposición a la especialidad española en filología y realismo.

Cuento popular y cuento literario o moderno

Hay dos grandes tipos de cuentos: el cuento popular y el cuento literario.

El cuento popular: se dice que es tan antiguo como la humanidad. Es también conocido como leyenda, aunque esta última se halla más bien relacionada con una persona o una comunidad determinada, con un monumento, un lugar o un acontecimiento cuyo origen pretende explicar (leyendas etimológicas). El cuento popular se caracteriza por el anonimato del autor y por haberse transmitido de forma oral. Ésto ocasiona que el cuento sufra modificaciones, por lo cual se conocen muchas versiones diferentes de un mismo relato.

El cuento literario: es el cuento que se transmite mediante la escritura. Los cuentos de transmisión escrita están generalmente en prosa. El autor suele ser conocido. Al estar fijado por escrito, el texto no sufre las modificaciones que son frecuentes en el cuento popular. Este tipo de cuento es de procedencia oriental. De origen medieval y oriental, Las mil y una noches es la primera gran compilación de cuentos que se conoce. Una de las primeras manifestaciones en la lengua castellana fue El conde Lucanor, que reúne 51 cuentos de diferentes orígenes escrito por el infante Don Juan Manuel en el siglo XIV. Es la forma más corta de la narración.

Etimología de la palabra cuento

Cuento: viene de la palabra latina «contus» tomada del griego y en su primitiva significación valió tanto como extremo y fin y así decimos cuento de lanza, cuento del cayado, de la bengala, etc., refiriéndonos al regatón o extremidad inferior de estos objetos. Cuento también significa pértiga, varal, tiento o remo de barco que se gobierna con cuento o varal o pie derecho que se arrima a lo que amenaza ruina y de ahí viene el proverbio andar o estar a cuentos que en lo antiguo significó estar en peligro y sustentarse con artificio y que hoy se dice del que cuenta chismes o enredos para indisponer a unas personas contra otras o sea, intriga de baja ley. Cuento es además un caso, fábula o especie novelesca, una anécdota o historieta gratuitamente inventada que es el cuento literario objeto de este artículo.

Cuentos famosos

Novela

La novela (del italiano novella, noticia, relato novelesco) es, según la RAE, una obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres.

Características

Tres son, por lo tanto, las características básicas de la novela, aunque puede haber excepciones:

  • Una narrativa extensa. Las novelas tienen generalmente entre 60.000 y 200.000 palabras, o 300-1.300 páginas.

Aquí radica la diferencia con el cuento. Existe una zona difusa entre cuento y novela que no es posible separar en forma tajante. A veces se utiliza el término nouvelle o novela corta para designar los textos que parecen demasiado cortos para ser novela y demasiado largos para ser cuento; pero esto no significa que haya un tercer género (por el contrario, duplicaría el problema porque entonces habría dos límites para definir en lugar de uno).

Hay otras diferencias entre novela y cuento: el relato aparece como una trama más complicada o intensa, con mayor número de personajes que además están más sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, etcétera.

Surrealismo

El Surrealismo (en francés: surréalisme; sur [sobre, por encima] más réalisme [realismo]) o superrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia en el primer cuarto del siglo XX en torno a la personalidad del poeta André Breton.
Origen del término

Los términos surrealismo y surrealista proceden de Apollinaire, quien los acuñó en 1917. En el programa de mano que escribió para el musical Parade (mayo de 1917) afirma que sus autores han conseguido.

Una alianza entre la pintura y la danza, entre las artes plásticas y las miméticas, que es el heraldo de un arte más amplio aún por venir. (...) Esta nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parade a una especie de surrealismo, que considero el punto de partida para toda una serie de manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a nuestras mejores mentes. Podemos esperar que provoque cambios profundos en nuestras artes y costumbres a través de la alegría universal, pues es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso que el progreso científico e industrial.

La palabra surrealista aparece en el subtítulo de Las tetas de Tiresias (drama surrealista), en junio de 1917, para referirse a la reproducción creativa de un objeto, que lo transforma y enriquece. Como escribe Apollinaire en el prefacio al drama,

Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.

El surrealismo en la literatura hispánica

El surrealismo fue seguido con interés por los intelectuales españoles de los años 30. Existía el precedente de Ramón Gómez de la Serna, quien utilizaba algunas fórmulas vinculables al surrealismo, como la greguería. El primero en adoptar sus métodos fue José María Hinojosa, autor de La flor de Californía (1928), libro pionero de prosas narrativas y oníricas.

Varios poetas de la generación del 27 se interesaron por las posibilidades expresivas del surrealismo. Su huella es evidente en libros como en la sección tercera de Sobre los ángeles y en Sermones y moradas de Rafael Alberti; en Poeta en Nueva York de Federico García Lorca y Un río, un amor y Los placeres prohibidos de Luis Cernuda. Vicente Aleixandre se definió a sí mismo como "un poeta superrealista", aunque matizando que su poesía no era en modo alguno producto directo de la escritura automática. Miguel Hernández sufrió una efímera etapa surrealista y durante la posguerra la imprenta surrealista se percibe en los poetas del Postismo y en Juan Eduardo Cirlot, y en la actualidad existe un cierto postsurrealismo en la obra de algunos poetas como Blanca Andreu.

En las islas Canarias la afición por el surrealismo llevó a la formación en los años 30 de la Facción Surrealista de Tenerife, un grupo de entusiastas, al modo del creado en Francia alrededor de André Breton. Sus componentes (Agustín Espinosa, Domingo López Torres, Pedro García Cabrera, Óscar Domínguez, Eduardo Westerdahl y Domingo Pérez Minik) expusieron sus creaciones y puntos de vista en los treinta y ocho números de la revista Gaceta de Arte.

Aunque no se le pueda considerar un surrealista estricto, el poeta y pensador Juan Larrea vivió de primera mano la eclosión del movimiento en París y reflexionó más tarde sobre su valor y trascendencia en obras como Surrealismo entre viejo y nuevo mundo (1944). En la actualidad existe una corriente de neosurrealismo en la poesía de Blanca Andreu.

En Hispanoamérica el surrealismo contó con la adhesión entusiasta de poetas como el chileno Braulio Arenas y los peruanos César Moro, Xavier Abril, y Emilio Adolfo Westphalen, además de influir decisivamente en la obra de figuras mayores como Pablo Neruda, Gonzalo Rojas y César Vallejo. En Argentina, pese al desdén de Jorge Luis Borges, el surrealismo sedujo aún al joven Julio Cortázar y produjo un fruto tardío en la obra de Alejandra Pizarnik. Se ha señalado también su influencia en otros autores de producción más reciente, como el músico Alejandro de Michele. El poeta y pensador mexicano Octavio Paz ocupa un lugar particular en la historia del movimiento: amigo personal de Breton, dedicó al surrealismo varios ensayos esclarecedores.

Modernismo

En la historia de la literatura en lengua española, se conoce como modernismo a un amplio movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, caracterizado por su ambigua rebeldía creativa, su refinamiento narcisista y aristocrático, una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica, y el culturalismo cosmopolita.

Tradicionalmente se ha venido asociando el inicio del movimiento modernista, a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en las literaturas hispánicas. Autores que participaron de una estética semejante y que publicaron en la primera mitad de la década, como los poetas cubanos José Martí y Julián del Casal, los mexicanos Manuel Gutiérrez Nájera y Salvador Díaz Mirón, el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, el peruano Manuel González Prada, el colombiano José Asunción Silva o el español Salvador Rueda, fueron considerados únicamente "precursores" del modernismo. La crítica actual, sin embargo, los considera autores plenamente modernistas. Luego hay autoras como Aurora Cáceres que dieron un toque feminista al movimiento. La segunda generación incluye poetas como José Santos Chocano, Amado Nervo, Alberto Alvarez de Cienfuegos Cobos y Alfonsina Storni.

Raíces del modernismo

El Modernismo viene a ser una síntesis de estéticas post-románticas europeas, especialmente el simbolismo y el parnasianismo franceses, pero también el decadentismo y el prerrafaelismo. Los autores modernistas, principalmente poetas, fueron influidos por Paul Verlaine, y más veladamente, por Edgar Allan Poe y Walt Whitman.
Características del modernismo [editar]

1. Rechazo de la realidad cotidiana. Ante ésta, el escritor tiene dos posibilidades: huida en el tiempo (con lo que canta a épocas pasadas que considera más esplendorosas que la suya) o huida en el espacio (los poemas se desarrollan en lugares exóticos).
2. Búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana).
3. Búsqueda de la belleza, que -según los modernistas- se consigue a través de imágenes muy plásticas, de una adjetivación en la que predomina el color y los matices relacionados con los cinco sentidos del cuerpo, de la musicalidad mediante el abuso de la aliteración y los ritmos muy marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
4. Muestran tanto una fidelidad a las grandes estrofas clásicas como el gusto por ensayar variaciones sobre estos moldes métricos (vuelven a utilizar versos medievales como el alejandrino, de catorce sílabas, el dodecasílabo, de doce, y el eneasílabo, de nueve); enriquecen el soneto aportándole nuevas variantes y ensayan nuevos tipos de estrofas y versos.
5. La gran renovación léxica que persiguieron (uso de helenismos, cultismos y galicismos) no busca tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
6. Los modernistas utilizaban unos símbolos que eran inspirados en la naturaleza, como por ejemplo: los atardeceres, las mariposas, los cisnes, etc.

El Modernismo es “la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu y que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión, la política;

* movimiento de ruptura con la estética vigente, que se desarrolla hasta la primera Guerra Mundial, tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual del fin de siglo;
* profundo desacuerdo con la civilización burguesa, malestar social (oposición y alejamiento del sistema), crisis de la conciencia burguesa que lleva a la rebeldía política; todo esto se manifiesta en un aislamiento aristocrático y en un refinamiento estético;
* génesis: influencia francesa→ Parnasianismo:Gautier “el arte por el arte”, culto de la perfección formal, poesía serena y equilibrada;
* Simbolismo:Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, Mallarmé, se alejan del academicismo de los parnasianos, no se contentan con la belleza externa ni con la perfección formal, se proponen ir más allá de lo sensible, para ellos, la realidad encierra, tras sus apariencias, significaciones profundas, símbolos.
* el Modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: de los primeros toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, los valores sensoriales; de los segundos el arte de sugerir y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad.

Temas

* desazón “romántica” → rechazo de una sociedad vulgar, malestar, temas misteriosos, fantásticos; angustia, melancolía.
* el “escapismo”: huye a veces del mundo por los caminos del ensueño, evasión

en el tiempo (pasado medieval, renacentista) y en el espacio(exotismo)

* el amor: idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta sin embargo marcando diferencias frente al ideal romántico. El amor aparece así en una dimensión física y carnal.
* En conclusión: la temática modernista revela, por una parte, un anhelo de armonía frente a un mundo que se siente inarmónico: un ansia de plenitud y de perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en medio de aquella crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quién se presenta a su vez como un guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos.

Realismo crítico

El realismo crítico es la creencia de que la realidad, existiendo y siendo objetiva, no puede ser conocida de manera absoluta siento nuestro conocimiento del mundo aproximativo. No es posible la certeza, nunca se puede saber cuándo nuestro conocimiento es cierto. Con orígenes claros en Kant, ha sido defendido por Popper, Rom Harré, Roy Bhaskar, y Mario Bunge, entre otros.

El realismo crítico es la creencia de que la realidad, existiendo y siendo objetiva, no puede ser conocida de manera absoluta siento nuestro conocimiento del mundo aproximativo. No es posible la certeza, nunca se puede saber cuándo nuestro conocimiento es cierto. Con orígenes claros en Kant, ha sido defendido por Popper, Rom Harré, Roy Bhaskar, y Mario Bunge, entre otros.

Realismo Social

El realismo socialista es una corriente estética cuyo propósito es llevar los ideales del comunismo al terreno del arte. Fue la tendencia artística predominante durante gran parte de la historia de la Unión Soviética, particularmente durante el gobierno de Iósif Stalin, en la República Popular China y, en general, en la mayoría de países socialistas.

Características del realismo socialista,

El realismo socialista tiene sus raíces en el neoclacisismo y las tradiciones realistas de la literatura rusa del siglo XIX, que describe la vida simple del pueblo, de lo cual es un exponente la obra de Máximo Gorki.

Sostiene que el verdadero arte es el que describe y exalta la lucha del proletariado hacia el progreso socialista. El estatuto de la Unión de Escritores Soviéticos de 1934 sostenía que el realismo socialista era el método básico de la literatura y la crítica literaria soviéticas; exigía del escritor veracidad y una representación concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario. La concreción y veracidad histórica de la representación artística de la realidad debe estar vinculada con la tarea de transformación ideológica y educacional de los trabajadores en el espíritu del socialismo.

Su objetivo es exaltar al trabajador común, sea industrial o agrícola, al presentar su vida, trabajo y recreación como algo admirable. En otras palabras, su objetivo es educar al pueblo en las miras y significado del socialismo. La meta final es crear lo que Lenin llamó un tipo de ser humano completamente nuevo, el Nuevo Hombre Soviético. Stalin describió a los ejecutores del realismo socialista como ingenieros de almas.

El término realismo se refiere a la intención de describir al trabajador como es en realidad, portando sus herramientas. El proletariado está en el centro de los ideales comunistas y por lo tanto su vida es materia digna de estudio. Con esto, el realismo socialista se distancia del arte aristocrático producido bajo los zares durante los siglos anteriores, pero se entronca con la tendencia decimonónica a representar la vida social del pueblo común.

Los pintores representan campesinos alegres y musculosos, trabajadores de fábricas y granjas colectivas; durante el estalinismo también producían numerosos retratos heroicos de Stalin. Los paisajes industriales y agrícolas que exhibían los logros de la economía soviética eran temas muy comunes. Se esperaba que los novelistas escribieran historias concordantes con la doctrina marxista del materialismo dialéctico. Los compositores de música debían crear una música vívida que reflejara la vida y luchas del proletariado.

Realismo

El Realismo literario es una corriente inventada por el escritor y contertulio francés Jules Champfleury (1821-1889), quien por primera vez definió su arte como realista. El realismo literario se halla inscrito dentro de un movimiento más amplio que afecta también a las artes plásticas, al cine (Neorrealismo), a la fotografía (que surge con él en el siglo XIX), y a la filosofía de la ciencia (Popper y Mario Bunge). Las obras realistas pretenden testimoniar documentalmente la sociedad de la época y los ambientes más cercanos al escritor, en oposición a la estética del Romanticismo, que se complacía en ambientaciones exóticas y personajes poco corrientes y extravagantes.

La estética del Realismo, fascinada por los avances de la ciencia, intenta hacer de la literatura un documento que nos pueda servir de testimonio sobre la sociedad de su época, a la manera de la recién nacida fotografía. Por ello describe todo lo cotidiano y típico y prefiere los personajes vulgares y corrientes, de los que toma buena nota a través de cuadernos de observación, a los personajes extravagantes o insólitos típicos del anterior Romanticismo. Esta estética propugna a su vez una ética, una moral fundamentada en la moderación y síntesis de cualquier contradicción, la objetividad y el materialismo.

En cuanto a los procedimientos literarios del Realismo, son característicos el abuso de la descripción detallada y prolija, enumeraciones y sustantivos concretos; el uso del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, tal cual se pronunciaba y sin corrección alguna que pretenda idealizarla, y el uso de un estilo poco caracterizado, un lenguaje "invisible" que exprese personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.

Al igual que el Romanticismo, el Realismo tuvo dos corrientes, una conservadora, que alababa las viejas costumbres populares (José María de Pereda, Juan Valera), y otra progresista, caracterizada por la denuncia social (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas "Clarín").

Los rasgos fundamentales del Realismo son los siguientes:

  • Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad.
  • Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
  • Rechaza el sentimentalismo, muestra al hombre objetivamente pues da toques de una realidad cruda.
  • El lenguaje utilizado en las obras es coloquial y crítico, ya que expresa el habla común y corriente.
  • Así como rechaza lo sentimental, de igual forma lo espiritual, dando como resultados toques individualistas.
  • Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio etc.
  • Temas relacionados con los problemas de la existencia humana.
  • El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
  • Transmitir ideas de la forma más verídica y objetiva posible.
  • En pocas palabras el realismo pretende reflejar la verdad tal y como es.

El Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en el Reino Unido y Alemania a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Neoclasicismo, dándole importancia al sentimiento. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición neoclasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.

Se desarrolló fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania. Después a Francia, Italia, España, etc. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Postromanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, el arte y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

Antigüedad clásica

Se entiende por Antigüedad clásica la Edad Antigua en el periodo y áreas dominadas por Grecia y Roma.

La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de las civilizaciones griega y romana (siglo V a.c. al II d.c.) o en sentido amplio, en toda su duración (siglo VIII a.c. al V d.c.).

La dimensión espacial coincide con la cuenca del Mediterráneo, extendida hacia el Oriente Próximo con el Imperio de Alejandro Magno y el Helenismo, y hacia Europa Occidental con el Imperio Romano.

El término clásico significa digno de imitación, y se deriva de la admiración por el arte, la literatura y la cultura en general de Grecia y Roma que se redescubre en el Renacimiento tras una Edad Media cuyos valores se habían desprestigiado. Lo mismo ocurrió con el Neoclasicismo, movimiento intelectual y artístico que sigue al descubrimiento de las ruinas de Pompeya a mediados del siglo XVIII.

Edad Media

La Edad Media es un período histórico que comienza en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente tras ser destronado el último emperador, Rómulo Augústulo, por el jefe de los bárbaros, Odoacro, y finaliza en 1492 con el descubrimiento de América.[1] Algunos historiadores aceptan versiones de su final en 1453 con la caída del Imperio Romano de Oriente.

La Edad Media, o Medioevo, se separa en períodos: Temprana Edad Media (siglo V a siglo IX), Alta Edad Media (siglo IX a siglo XI) y Baja Edad Media (siglo XI a siglo XV).
El Medioevo es considerado como una época oscura atrasada cultural y socialmente. Aunque en el Medioevo y el Feudalismo se sentaron las bases del desarrollo de la posterior expansión europea, el nacimiento del capitalismo y la modernidad.

Existe una diferencia entre la Edad Media y el Feudalismo, aunque están muy unidos:

  • Edad Media: es un período histórico que va del siglo V al XV.
  • Feudalismo: sistema político, económico y social que rigió en Europa en este período.

Aunque se han propuesto varias fechas para el inicio de la Edad Media, de las cuales la más extendida es la del año 476, lo cierto es que no podemos ubicar el inicio de una forma tan exacta ya que la Edad Media no nace, sino que "se hace" a consecuencia de todo un largo y lento proceso que se extiende por espacio de cinco siglos y que provoca cambios enormes a todos los niveles de una forma muy profunda que incluso repercutirán hasta nuestros días. Podemos considerar que ese proceso empieza a principios del siglo IV con Constantino y en Bajo Imperio y culmina en la época en que se corona el nuevo Emperador de Occidente (Carlomagno, año 800). Dioclesiano, por ejemplo, realizó un paso previo hacia el Feudalismo cuando prohibió a los campesinos cambiar de domicilio, teniendo que trabajar siempre la misma tierra. El proceso de transición entre la Antiguedad y la Edad Media, se puede resumir en una serie de peldaños consecutivos:

  • Legalización del cristianismo (principios S. IV).
  • Crisis total del Esclavismo, se introducen los primeros rudimentos del Feudalismo (Reinado de Constantino).
  • Desurbanización de las grandes ciudades romanas de Occidente (s. III a V).
  • Caída nominal del Imperio Romano, organización política por excelencia del sistema Esclavista (476).
  • Nacimiento de los primeros estados germanorromanos a raíz del asentamiento de las "tribus bárbaras" (s. V y VI).
  • Desarrollo y normalización de las instituciones de gobierno de los "estados bárbaros" que habían sobrevivido al siglo V (s. VII-VIII).
  • Perfeccionamiento y consolidación del Feudalismo como sistema económico de la Edad Media (s. V a IX).
  • Fundación del Imperio Carolingio a partir del Reino Franco, es la "semilla de los principales estados europeos" (Año 800)

Barroco

El Barroco

Además de un período de la historia del arte, fue un movimiento cultural que se extendió en la literatura, la escultura, la pintura, la danza y la música desde el 1600 hasta 1750

aproximadamente.

El estilo barroco surgió en Roma a principios del siglo XVII y de Italia se irradió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX), el término barroco tuvo un sentido peyorativo, sinónimo de recargado, desmesurado e irracional, hasta que, posteriormente, fue revalorizado a fines de siglo XIX por Jacob Burckhardt y luego por Benedetto Croce y Eugenio D'Ors.

El período Barroco se ubica entre los períodos Manierista y Rococó, aunque algunas definiciones llegan a incluir a ambos movimientos como parte del Barroco y, por ende, lo sitúan entre el arte del Renacimiento y el Neoclásico. Se enmarca en un tiempo en el cual la Iglesia Católica tuvo que reaccionar contra numerosos movimientos revolucionarios culturales que produjeron una nueva ciencia y nuevas formas de religión, como la Reforma protestante.

Se ha dicho que el Barroco en arquitectura es un estilo que podría dar al papado un camino formal imponente de la expresión que podría restaurar su prestigio, al punto de hacerse de alguna manera simbólica de la Contrarreforma. Fue con éxito desarrollado en Roma, donde la arquitectura barroca renovó ampliamente las áreas centrales con la adición (o revisión) urbanística. Pero muchos otros ejemplos son encontrados en otras ciudades europeas y en America Latina. Es importante destacar que el Barroco fue una innovación cultural general.

La palabra barroco, como la mayor parte de las designaciones de un período, época o de un estilo, fue inventada por críticos posteriores, más que por los practicantes de las artes en el siglo XVII y principios de siglo XVIII, es decir, los artistas que plasmaban dicho estilo. Es una traducción francesa de la palabra portuguesa "barroco" (en español sería "barrueco"), que significa "perla de forma irregular", o "joya falsa". Una palabra antigua similar, "barlocco" o "brillocco", es usada en el dialecto romano con el mismo sentido, o también se le llama "barro-coco" todas ellas significando lo mismo.

El término "barroco" fue después usado con un sentido despectivo, para subrayar el exceso de énfasis y abundancia de ornamentación, a diferencia de la racionalidad más clara y sobria de la Ilustración (siglo XVIII ). Fue finalmente rehabilitado en por el historiador alemán de arte Heinrich Wölfflin ( quién identificó al barroco como oponente al Renacimiento Renacimiento y como una clase diferente dentro del arte "elaborado".

La Edad Media es un período histórico que comienza en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente tras ser destronado el último emperador, Rómulo Augústulo, por el jefe de los bárbaros, Odoacro, y finaliza en 1492 con el descubrimiento de América. Algunos historiadores aceptan versiones de su final en con la caída del Imperio Romano de Oriente

La Edad Media, o Medioevo, se separa en períodos: Temprana Edad Media (siglo V a siglo IX), Alta Edad Media (siglo IX a siglo XI) y Baja Edad Media (siglo XI a siglo XV).
El Medioevo es considerado como una época oscura atrasada cultural y socialmente. Aunque en el Medioevo y el Feudalismo se sentaron las bases del desarrollo de la posterior expansión europea, el nacimiento del capitalismo y la modernidad.

Existe una diferencia entre la Edad Media y el Feudalismo, aunque están muy unidos:

  • Edad Media: es un período histórico que va del siglo V al XV.
  • Feudalismo: sistema político, económico y social que rigió en Europa en este período.

Aunque se han propuesto varias fechas para el inicio de la Edad Media, de las cuales la más extendida es la del año 476, lo cierto es que no podemos ubicar el inicio de una forma tan exacta ya que la Edad Media no nace, sino que "se hace" a consecuencia de todo un largo y lento proceso que se extiende por espacio de cinco siglos y que provoca cambios enormes a todos los niveles de una forma muy profunda que incluso repercutirán hasta nuestros días. Podemos considerar que ese proceso empieza a principios del siglo IV con Constantino y en Bajo Imperio y culmina en la época en que se corona el nuevo Emperador de Occidente (Carlomagno, año 800). Dioclesiano, por ejemplo, realizó un paso previo hacia el Feudalismo cuando prohibió a los campesinos cambiar de domicilio, teniendo que trabajar siempre la misma tierra. El proceso de transición entre la Antiguedad y la Edad Media, se puede resumir en una serie de peldaños consecutivos:

  • Legalización del cristianismo (principios S. IV).
  • Crisis total del Esclavismo, se introducen los primeros rudimentos del Feudalismo (Reinado de Constantino).
  • Desurbanización de las grandes ciudades romanas de Occidente (s. III a V).
  • Caída nominal del Imperio Romano, organización política por excelencia del sistema Esclavista (476).
  • Nacimiento de los primeros estados germanorromanos a raíz del asentamiento de las "tribus bárbaras" (s. V y VI).
  • Desarrollo y normalización de las instituciones de gobierno de los "estados bárbaros" que habían sobrevivido al siglo V (s. VII-VIII).
  • Perfeccionamiento y consolidación del Feudalismo como sistema económico de la Edad Media (s. V a IX).
  • Fundación del Imperio Carolingios" (Año 800)

Clasicismo (arte y literatura)

Clasicismo

Este término se emplea, en sentido estricto, para designar el arte y la literatura de Grecia y Roma, o cualquier manifestación similar en su estilo o calidad.

En sentido estricto, un clásico es cualquier obra literaria de la antigüedad griega o romana que haya sobresalido por su excelencia artística y que se considere canon, modelo o referencia. Así, por ejemplo, se consideran clásicas las obras del poeta romano Virgilio o del dramaturgo griego Sófocles, y no la de otros escritores que hayan vivido y escrito en esa época y espacio. El periodo clásico griego abarca desde el 500 al 320 a.C., mientras que la edad de oro romana se sitúa entre el 70 a.C. y el año 18 de nuestra era.

Entre sus principales cualidades se encuentra el control consciente en el desarrollo de los temas y el sentido de ordenamiento racional y proporción formal.

Los órdenes clásicos de la arquitectura griega son el dórico, el jónico y el corintio, a los que se añaden los romanos compuesto y toscano.

Acerca del término clásico

Los términos clásico y clasicismo describen el estilo, el periodo histórico o la calidad de una obra literaria, artística o musical. Originalmente se asociaban con la cultura griega y romana, pero con el paso del tiempo también se usan para determinar los periodos clásicos, entendidos, como excelsos, de cualquier cultura. A mediados del siglo XVIII, la escena político-social europea dio origen a una nueva edad musical adecuada a las nuevas ideas iluministas (actitud de apertura mental, un método de pensamiento cientificista que cuestiona todo y pone en duda hasta los valores considerados más sagrados, todo merece ser estudiado y analizado: apertura mental del hombre).

El espíritu revolucionario y la efervescencia política tuvieron un impacto directo sobre la música, en el sentido de que la música de masas se volvió un ideal y la obligación de toda una generación de nuevos compositores, quienes comenzaban a encontrar demasiada rígidas las formas barrocas, caracterizadas por la desmesura, la extravagancia y la abundancia de motivos distintos dentro de la misma obra. Esta reacción a favor de una mayor espontaneidad, tomó diferentes aspectos en Francia, Alemania e Italia. En el primero se enfatizó la textura homofónica; en lugar de una continuidad musical, los compositores franceses compusieron combinaciones de piezas separadas. La típica composición era corta y programada.

Así se puede hablar de literatura clásica española para referirse a autores como Garcilaso de la Vega (renacentista) o Luis de Góngora (barroco). Clásicos son también en la literatura italiana Dante (siglos XIII y XIV) y Ludovico Ariosto (siglos XV y XVI). En la literatura inglesa, el cetro del clasicismo correspondería a William Shakespeare (XVI y principios del XVII); en la francesa a Moliere, Jean Baptiste Racine y Pierre Corneille, los tres de bien entrado el siglo XVII, y en la rusa el periodo clásico está representado por el realismo del siglo XIX con Fiódor Dostoievski o Liev Tolstói.

El período clásico llega a su clímax con la Escuela de Viena: Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig von Beethoven.

Por lo tanto, queda claro que el término clásico se emplea principalmente para referirse al estilo o periodo de una obra creativa, reconocida como modelo artístico o como creación de relevancia y valor cultural intemporales.

Lo neoclásico

Se utiliza el término neoclásico para referirse al momento histórico en que tras el barroco se impuso la estética de los antiguos griegos y romanos y la del renacimiento más clásico, y corresponde, más o menos y según los lugares y autores, al siglo XVIII. Posteriormente, se usan indistintamente los términos clásico y neoclásico —más el primero— para referirse a cualquier estilo, periodo u obra de calidad equiparables a los modelos griegos y romanos.

Los periodos más importantes en el pensamiento y el arte occidental en los que se siguieron los principios estilísticos y estéticos del arte y la literatura de la antigüedad griega o romana fueron el renacimiento y la Ilustración, una época especialmente rica en Francia, donde se desarrolló un clasicismo literario ejemplificado en las obras de los escritores Pierre Corneille y Jean-Baptiste Racine y los filósofos René Descartes y Blaise Pascal.

El neoclasicismo español del siglo XVIII fue bastante modesto, ya que entraron en liza dos corrientes contrapuestas: los continuadores amanerados de los temas y formas del siglo de oro español y el academicismo y los imperativos ilustrados de las nuevas tendencias que venían de Francia, y que a España llegaron con la dinastía Borbón. El resultado fue una vida literaria centrada en torno a una minoría culta que se interesa por la filología o la historia más que por la literatura en sí misma. Con todo, destacan algunos nombres que si no ejercieron gran influencia en otros países, sí acercaron este gran estilo a la sociedad española; entre ellos destacan Leandro Fernández de Moratín, Benito Jerónimo Feijoo o Gaspar Melchor de Jovellanos.

Otras grandes figuras de la Ilustración europea asociadas con el clasicismo son los escritores ingleses John Dryden y Alexander Pope, y los poetas alemanes Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich von Schiller.